Según el cristal con que se ...beba.

Para disfrutar de un medio de vino fino de Montilla-Moriles, no tengo duda, lo mejor es un buen catavino de cristal fino, que concentre el aroma y ayude a transmitirnos toda su esencia.

Tampoco dudo cuando quiero uno de mis tintos de la Ribera Sacra. Me gustan las copas Riedel. (Recomiendo a los aficionados a la uva tinta pasar un día por el Barón Rojo y catar algunas de las 7 u 8 Denominaciones de Origen y apreciar los matices que las hacen diferentes). Tampoco descarto hacerme con un vaso de Impitoyables, de esos de la hendidura para los dedos, aunque debe ser complicado dejarlo sobre la mesa y puede que se caliente algo el vino al estar tan cerca de los dedos.

Ahora me pregunto: ¿cuál es el vaso ideal para disfrutar de un gin tonic perfecto?

Personalmente, tengo debilidad por los vasos grandes. Si he podido elegir, me he decantado por los vasos llamado «de sidra». Vasos que te permiten vaciar la tónica totalmente.

Quizá éste sea el principal problema que le veo a los vasos clásicos de «tubo largo» o vasos «highball», en muchas ocasiones nos vemos obligados a rellenar varias veces con la tónica, pasando de estar al principio largo de ginebra a saber sólo a tónica al final.

Para otras bebidas, como el whisky, me declino por vasos cortos y anchos. Me gustan cuanto más anchos mejor, que casi no pueda abarcarlos con la mano. Para ginebra no sé si serán los más idóneos para una buena cata, ya que no concentran tanto las esencias con que se destilan.

Aunque eso sí, el toque de distinción lo da una copa estilo borgoña, copas de balón redondeado y tallo largo. Sin duda, son muy cómodas. En hostelería suelen tener éstas de cristal bastante grueso, es comprensible, aunque para casa, cuanto más fino sea el cristal, mejor.

En fin, todo depende del cristal con se mire.