viernes, 29 de enero de 2010
21 Días en (la industria de) el porno
Publicado por el sibarita
Manué
a las
20:23
Es un secreto a voces que Izquierda y Derecha en la actual "democracia" vienen a ser prácticamente lo mismo. Son el resultado de maquillar de dos maneras opuestas la misma idea: ofrecer al pueblo un caramelo ideológico que permita a los poderosos mantener inmóvil el sistema. De esta forma, las mal llamadas Izquierda y Derecha van a ser interpretadas hasta un límite impuesto por esta inmovilidad. La mal llamada Derecha va a predicar unos valores de decencia y moral, pero no va a permitir que los más pobres vivan con una decencia tal que para conseguirla habría que repartir los bienes de los ricos; va a fomentar el libre mercado pero cuidándose siempre de que esta libertad sea disfrutada sólo por unos pocos. La mal llamada Izquierda, por su parte, va a aplicar consignas de progreso como la "libertad del individudo", pero no dejará que el individuo sea demasiado libre y, para disimularlo, hará insignificantes gestos que serán magnificados a bombo y platillo usando los medios oportunos. Dará, por ejemplo, el derecho al matrimonio a los homosexuales, que es, a mi juicio, una de las cosas más ridículas por las que un gay debería luchar. Se vanagloriará también de que ha conseguido la igualdad para la mujer en forma de incorporación al trabajo de ésta, como si fuera ésa una idea ante la que cualquier empresario no se frotaría las manos: la incorporación de la mujer al trabajo ha significado, a la larga, que los empresarios han visto doblar sus plantillas sin necesidad de duplicar los salarios ya que, hoy en día, suelen hacer falta dos sueldos para poder sacar adelante un hogar. Lo ideal sería, claro está, que el avance no hubiera significado que trabaje obligatoriamente el hombre y la mujer, sino que pueda trabajar el hombre o la mujer a elección libre de ambos. Por eso tenemos que temer que el hecho de que las mujeres estén protestando porque cobran menos que los hombres al final no acabará bien: antes o después veremos que lo que se conseguirá no será que les suba el sueldo a ellas sino que se les baje a ellos.
El ejemplo de que la mal llamada Izquierda levanta sólo las barreras que interesan al poder lo tuvimos reflejado el otro día en algo aparantemente tan inocente como la edición de esta semana del programa 21 Días de Cuatro, uno de los canales de televisión más abiertamente afines al gobierno de Zapatero. No vi el programa entero, pero con lo poco que vi pude apreciar la constatación de como, si bien la incorporación de la mujer al trabajo es un asunto que interesa, y mucho, al poder, la liberación sexual de la mujer es un asunto por el que no merece la pena luchar, de ahí que no se haya invertido ningún esfuerzo en ello y que, como demuestra el programa, la mujer en asuntos de sexo esté tan apartada como hace décadas. Samanta Villar es una mujer que ha practicado delante de la cámara actividades tan denigrantes como vivir en chabolas o entre cartones; tan perjudiciales como fumar porros, o tan dramáticas como llevar una conducta anoréxica. Resulta que Samanta a la hora de acercarse al mundo del porno no ha participado en una sóla escena porque, claro, "no iba a caer tan bajo". De ahí que el programa no se llamara "21 Días haciendo porno", sino "21 Días en la industria del porno". Haber participado en el porno como actriz en vez de limitarse a sujetar una cámara y hablar con cuatro o cinco participantes no habría sido digno, como sí lo fue estar tres semanas sin comer o haciendo culto al cuerpo, eso sí que es dignidad.
Visto así, el programa (o al menos lo que yo vi) no tuvo desperdicio. Fue una sucesión de perlas. Hay un momento en el que Samanta asiste al rodaje de una escena de sexo explícito al aire libre, en pleno Otoño. Al final, Samanta le pregunta a la chica cuánto va a cobrar, y ésta, desnuda y casi sin poder hablar debido al frío, le contesta que quinientos euros por dos escenas. Acto seguido, Samanta habla a la cámara y denuncia lo poco que se cobra en el porno, "doscientos cincuenta euros por escena, tres horas de trabajo pero ¡qué trabajo!" (sic). No sé si Samanta sabrá cuantas mujeres en este país cobran menos que eso en una semana por estar ocho horas diarias asqueadas en una oficina, mujeres que han estado toda su juventud estudiando y sacando excelentes notas para que, al final, su carrera de filóloga sólo le sirva para trabajar de teleoperadora. Eso es progreso, eso es igualdad. Que te paguen doscientos cincuenta euros por follar es denigrante. En otro instante vemos a una actriz haciéndole una felación a su compañero, pero la escena se ve borrosa, censurada. Al principio pensé que lo hacían así por el viejo tabú del pene masculino. Pero no es ésta la razón, hay más momentos del reportaje en el que aparecen desnudos frontales de ambos géneros. La razón por la que no podemos ver una felación en un canal de televisión decente es porque así se está mostrando a una mujer al servicio del hombre, realizando una tarea que siempre satisface al macho pero rara vez a su compañera. Puedo volver a repetir el ejemplo de la licenciada empleada como teleoperadora por un sueldo miserable, un caso en el que la mujer está satisfaciendo a un tercero sin sacar apenas beneficio, pero puedo también citar otros momentos del mismo programa en los que veíamos a un actor porno, en pleno acto, abofeteando a la actriz en la cara ¿acaso esto no hay que censurarlo?
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Amén. No vi el programa, pero cuando se inició la serie comentamos que la tipa esta acabaría en una porno. por poco. Si la gente que controla el cotarro nos dice qué es la moral, qué esta bien y que no, le será más fácil guiarnos por el camino que ellos quieren. Y la pena es que a nosotros nos falta la suficiente crítica para darnos cuenta de eso.
ResponderEliminaryo si lo vi, manolo una matizacion, a apartir de cierto horario si pueden poner imagemes de penes en estado flacido lo que no pueden poner en ningun horario es en erecion, que no deja de ser hipocrita.
ResponderEliminarestoy de acuerdo con lo que dices, y cada vez mas gente nos damos cuenta que vivimos en matrix, el problema es que cuando despertemos nos habran quitado tantos derechos que no se podra hacer nada democratico.
nos estan haciendo el cucu-tras, ahi hay un negocio muy rico y muchos billes.
ResponderEliminarAunque estoy de acuerdo con lo que dices Manolo, esta tía no se ha metido a actuar en una peli porno porque no habrá querido. Es decir, por ahí no habrá querido pasar ella personalmente. Lo veo más así más que un tema político como lo planteas tú. Sin embargo, seguro que los anuncios del programa han hecho que la gente tenga curiosidad a ver qué hacía. Yo no lo ví.
ResponderEliminarLo que sí te puedo decir es que creo que en el programa de 21 días sin comer, estaba haciendo trampa claramente, porque si no no se hubiera comportado como lo hacía. La cámara la puedes apagar, pero si actúa en la porno se ve.
Tampoco le he sacado mucho el sentido político a la realización del programa, pero también me quedé con ganas de verla rodando una escena porno. Ha demostrado que no es una "profesional" del periodismo.
ResponderEliminarSi lo que quieren hacer es un programa con tintes políticos y que tenga gran impacto social deberían grabar "21 meses en el paro", y que durante ese tiempo no cobre un duro. Eso sí sería un gran reportaje, ver cómo se las apaña para pagar la hipoteca, vestir, y comer cada día.
Seguro que se volvería a pirar con los gitanos a robar chatarra
ResponderEliminarRafa R y José Miguel, no digo que ella se haya negado a hacer porno por política, está claro que es porque ella no ha querido. La cuestión es que sí que quiso vivir en chabolas, sí que quiso estar sin comer durante tres semanas, pero no ha querido, pongamos por caso, hacerle una paja a un tío, porque eso está peor visto que cualquier otra cosa. Digo yo que, a estas alturas, es ridículo que una mujer no pueda hacer algo tan natural como el sexo por miedo al qué dirán, y pueda llevar a cabo otras burradas, a mi parecer, mucho más condenables y, encima, engordar su caché.
ResponderEliminarPues yo tampoco lo vi,ya lo vere por internet, la verdad que con la crisis, hasta la industria del porno se encuentra inmersa, no se si visteis el otro dia en el telediario me parece que salio, que estaban realizando nuevas peliculas en 3 d, hablando de peliculas que opinais de la obligacion de el gobierno catalan a que doblen un tanto por ciento peliculas en catalan, por lo pronto ya le has hecho la primera huelga. Ya no se en que va a acabar esto, creo que si es asi puede ser la ruina para los empresarios, de echo tampoco creo que haya gente tan interesada en ver peliculas en catalan, la que menos.
ResponderEliminarClaro Manolo, pero quiero decir que el programa lo vio gente aunque ella no se metiera a actuar. Por eso digo que no lo dejó de hacer por el qué dirán, sino más bien porque ella tenga ese límite personal de no hacerlo, pero aún así con la publicidad y todo, la gente se vea atraída a ver el programa.
ResponderEliminarLo de estar 21 días en el paro no creo que sea peor que el de 21 días sin casa. Lo que tendría que hacer es 21 días con Zapatero, a ver si saca algo en claro.....
Rafa R, no consigo explicarte lo que quiero decir. Un último intento: Samanta Villar tiene un reparo personal que le impide follar delante de una cámara, pero no tiene ningún reparo en grabarse viviendo en la indigencia durante 21 días ¿no crees tú que esto último es más grave?
ResponderEliminarManuel D, yo creo que te entiendo. A lo que tú llamas reparo por temas políticos, yo lo llamo que ella considera digno pasarse por indigente e indigno (o no le apetece) actuar en una porno.
ResponderEliminarY dale. No me has entendido. Dejémoslo ya, mejor lo discutimos en persona, delante de unos gintonics.
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